
Château Pechrigal. El encanto medieval
febrero 1st, 2021Cerca de la ciudad de Toulouse, en la alta Normandía, se encuentra la población de Saint-Clair. Un lugar lleno de belleza que resulta perfecto para la ubicación del impresionante Château Pechrigal. Construido entre los siglos XIV y XV, este castillo medieval distribuido en tres pisos se encuentra repleto de estilismos y detalles de extremado lujo que hacen de él un resumen perfecto de la historia y las galas francesas de la época.
La propiedad aparece por primera vez en distintos documentos históricos a partir del año 1354. Sin embargo, es en 1368 cuando el Château Pechrigal pasa a ser propiedad del noble Pierre Casatou, coseigneur de Gourdon y señor de Saint-Clair. En 1648 es adquirido por Jaques de Séguy, quien lo conserva hasta 1782.
Es en el año 1963 cuando el cantautor de origen monegasco Léo Ferré descubre este castillo francés. Aunque el estado de la propiedad no era óptimo, su estilo medieval y sus características únicas hicieron que sientiera un flechazo por este castillo.
Así, Léo Ferré adquiere la propiedad y durante cinco años lo establece como su hogar junto a la que entonces era su pareja, Madaleine Rabereau, y su famoso chimpancé Péepé. En el maravilloso Château Pechrigal compuso gran parte de su obra y vivió hasta el año 1968, cuando se traslada a La Toscana, en Italia.
Este magnífico castillo francés permanece sin dueño hasta finales de la década de los 90, cuando es adquirida por un nuevo propietario: el franco-estadounidense John Manchec.
Después de una exhaustiva restauración, respetando las raíces medievales de la propiedad y aplicando las nuevas tendencias de la época, el Château Pechrigal se convierte en un hotel de lujo, ofreciendo a sus huéspedes una ubicación magnifica en la cima de una colina, así como unas vistas excepcionales. Su maravillosa localización, con aeropuertos internacionales en sus alrededores y trenes diarios a Paris, convierten a este castillo medieval en un lugar único.
Dentro de una extensión de terreno de 108 acres, encontramos un edificio principal con tres pisos, 19 habitaciones, 17 baños completos y tres aseos. En su interior podemos encontrar una gran terraza donde disfrutar de una copa vino elaborado en el viñedo privado de la propiedad. Además, cuenta con una bodega propia de dos plantas, varias pistas de tenis, piscina y numerosos senderos donde poder disfrutar de paseos a caballo, así como un gimnasio y spa.
Todo ello previsto para deleitar al visitante con una autentica vida de lujo sin necesidad de salir de la finca. Un verdadero refugio para huir de la vida mundana de la ciudad.